Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de febrero de 2016

Madrid, Comunidad de Madrid

Han sido muchas las veces que he ido a nuestra capital nacional y también diversos los motivos. He de decir que, aunque quiera estudiar la carrera en Madrid, odiaría vivir ahí. La vida de las grandes ciudades es mucho más estresante que la que se tiene en Ourense.

Como ya dije, Madrid es la capital de España. Se encuentra en el centro del país, en medio de la Meseta Central. A pesar de su clima cálido y seco, cuenta con casi 3,5 millones de habitantes en su zona metropolitana. Esto lo convierte en la ciudad más grande no solo de España, sino también de la Península Ibérica.

En el último año he visitado Madrid dos veces, cada una con un grupo de personas distinto, lo cuál también te da perspectivas diferentes de la ciudad. La primera, en junio, fue con mis padres; es de esperar que al ir solo con adultos, el viaje está más enfocado hacia el turismo. Creo que de lo que más disfruté fue de poder subir al mirador del Palacio de la Cibeles, en plena plaza del mismo nombre. Estar ahí, con unas vistas de 360º de la ciudad, te da una perspectiva de lo inmensa que es. Pero casi tanto como de las vistas, también pude disfrutar de una obra de teatro y de ir al cine en versión original. Y claro, ahora es cuando los de las grandes ciudades leéis esto y no sabéis qué tiene de especial. En Ourense tenemos teatro, sí, tenemos UN teatro; podréis entender que la variedad de obras no es demasiado abundante... Y por supuesto que tenemos cine, pero lo único que podemos ver en versión original son las películas españolas y las gallegas (que no es que haya demasiadas). Y que sepáis que los raros no somos nosotros, la mayoría de ciudades de tamaño medio españolas están en la misma situación.

Mi vez más reciente fue hace unos meses, en septiembre, y fue con amigos. Si recordáis la entrada de Burgos (si no la leísteis, bajad la página y echadle un ojo antes de seguir), participé en un concurso nacional de vehículos de inercia este pasado junio con siete otros amigos. Como premio por haberlo ganado, la empresa organizadora del concurso nos regaló la estancia de una noche en Madrid y entradas para ir a ver la final europea de carreras de camiones en el circuito de Jarama. Podría hablar más sobre la carrera, pero esta entrada se centra más en la ciudad de Madrid (igual hago una entrada sobre ese viaje en otro momento). Esta vez, la visita fue menos centrada en el turismo (visitamos la Plaza Mayor, la Puerta del Sol y Gran Vía en poco más de una hora). Depués de cenar nos juntamos con unos conocidos y fuimos a las fiestas del barrio del Pilar. Una experiencia muy distinta a la que tuve con mis padres.

Así que de Madrid lo que más destacaría es la variedad de opciones para pasar el tiempo, pero si lo que buscas es tranquilidad... mejor quédate en casa.


jueves, 11 de febrero de 2016

Praia de Razo



No hay que ir lejos para descubrir lugares increíbles. A poco más de una hora norte de aquí de Ourense, se encuentra la playa de Razo, en la provincia de A Coruña. El año pasado fuimos mi año entero como excursiónd e final de curso al Art Surf Camp de Razo, un campamento de surf, durante cuatro días y tres noches.


La playa en si tiene una extensión de 1300 metros y está orientada hacia el norte. La época de mejores olas corresponde con el invierno aunque, por motivos obvios, suele recibir más tráfico de gente en verano. El Art Surf Camp comenzó su andadura en 2004 en este privilegiado enclave donde la naturaleza ofrece óptimas condiciones para la práctica de este deporte. Lo que buscan es ofrecer campamentos con una inmersión al 100% en el surf y la naturaleza y potenciar el destino de Razo como un punto de encuentro multicultural para aquellos que quieren empaparse de la cultura surfera.

Playa de Razo
En el Camp nos estructuraron en grupos de unos 7 alumnos, cada uno con su correspondiente monitor(a). Como cabe esperar, todos los monitores son amantes del surf y, en general, del mar. Ya que para muchos es la priemra vez manejando una tabla en las olas, los monitores nos ofrecen a todos pequeñas clases de preparación en las que nos explican cómo nos debemos colocar o cuáles son los movimientos que deberíamos intentar hacer. Una vez que los alumnos vamos cogiéndole el tranquillo, se nos permite surfear por libre por las tardes. En lo que todos están de acuerdo es en que la mejor manera de aprender, como en muchas otras cosas, es practicando.

A pocos metros de la playa, se encuentra el edificio en si del Camp. En él los alumnos se alojan en habitaciones con otros compañeros en función del tiempo que se queda cada uno. Además, el edificio cuenta con el Art Bar donde, aparte de su servicio de bar, se sirven las tres comidas en na zona común. Encima del edificio, existe una zona de relax donde se puede practicar desde pilates, yoga y estiramientos hasta longboard y skate en una mini rampa.


La experiencia en sí fue mil veces mejor solamente por el hecho de haber estado entre amigos. Este es uno de esos viajes que podría repetir infinitas veces

jueves, 28 de enero de 2016

Camino de francés. Parte 2: de Nájera a Carrión de los Condes

En esta entrada retomaré el Camino de Santiago en el segundo tramo que hice: desde Nájera, en La Rioja, hasta Carrión de los Condes, en Palencia. Es una parte del Camino bastante más pacífica, ideal para aquellos que buscan poder reflexionar o encontrarse a si mismos. A excepción de Burgos y alguna que otra villa de tamaño considerable, la mayoría de poblaciones son pequeños y tranquilos pueblos castellanos, que contribuyen a esta sensación de paz.

Empezamos de nuevo donde lo dejamos, en Nájera, la Semana Santa de 2014. El primer día de esta etapa pasamos por la localidad de Santo Domingo de la Calzada (5600), de un tamaño considerable para el Camino de Santiago. Aún así, muchos sabréis de la primera entrada que nosotros no buscábamos las ciudades grandes, sino simplemente caminar nuestros 30km de media y dormir en el pueblo más cercano a esa meta, fuere el que fuere. Por ello, continuamos unos kilómetros más hasta llegar a Grañón, un pueblito justo antes de la frontera de La Rioja y Castilla y León.

Amanecer sobre Grañón
El segundo día, como es de esperar habiendo dormido cerca de la frontera, nos despedimos de La Rioja y nos preparamos mentalmente para la meseta castellana que cada vez nos quedaba más cerca. Este fue uno de los días que más agradezco haber hecho en primavera y no en verano. Nuestro día entero lo dedicamos a caminar entre campos verdes e infinitos de lo que supusimos que es trigo (en verano sería todo marrón y seco, de ahí que agradezca la época del año). Después de cruzar Belorado (2000), continuamos hasta Villafranca Montes de Oca (la del Bierzo nos queda algo lejos aún...). Recuerdo de este día el amanecer. Como de costumbre, nos levantábamos muy pronto para poder aprovechar y caminar bastante antes que saliera el sol y nos pillase el calor. Estando en una zona bastante plana, pudimos ver el sol salir y llenar en cuestión de segundos el cielo de gamas impresionantes de distintos colores.

Catedral de Burgos
Nuestro tercer día recuerdo que fue bastante largo y caluroso, pero fue muy bien recompensado. Saliendo de Villafranca, continuamos por sinuosos caminos de unos pequeños montes durante unos 12km hasta llegar a San Juan de Ortega (20...), donde paramos a desayunar. De ahí comenzamos a descender hacia Burgos, pasando por la conocida localidad de Atapuerca (famosa por los yacimientos arqueológicos). La entrada a Burgos (170000), como a cualquier gran ciudad, es bastante liosa, ya que hay montones de diferentes caminos que se pueden tomar. Nosotros optamos por coger una ruta más verde y bonita que la recomendada y nos hospedamos en Castañares, un pueblo que ha sido absorbido por la ciudad y ahora se podría decir que es una continuación de ella. Y como dije, este día fue muy bien recompensado ya que, como siempre que puedo pasar por Burgos, comimos lechazo.

Siguiendo el río Arlanzón, entramos con frío en la ciudad propiamente dicha a la mañana de nuestro cuarto día. Si queréis leer más, podéis clicar aquí para ir a mi antigua entrada sobre Burgos. Saliendo del centro urbano, nos esperan aproximadamente 10km casi completamente llanos. Después, comenzamos a ascender a una pequeña meseta que, a pesar de ser llana en la cima (obviamente), requiere ascender mucho en muy poco. Justo al otro lado, Se encuentra Hornillos del Camino (100), donde decidimos pasar la noche.

Aprovechando que el terreno es más llano en estas zonas, pudimos subir un poco la media de las distancias recorridas cada día. Nuestro quinto día de esta semana estuvo marcado por una gran decepción en el desayuno. En nuestra genial guía del peregrino, vimos un lugar a una buena distancia de Hornillos donde teníamos pensado parar a desayunar: San Bol. Este lugar, resultó no ser más que una casa. Este descubrimiento significó tener que continuar otra hora más hasta llegar al próximo pueblo. Continuando el camino, depués de parar a reponer fuerzas, nos encontramos con unas preciosas ruinas del antiguo convento de San Antón y, más adelante, con el característico castillo en ruinas encima de Castrojeriz. Con un último esfuerzo, llegamos a Itero de la Vega, nuestro destino. Este pueblo se sitúa justo en la frontera entre Burgos y Palencia, sobre el río Pisuerga.

Ruinas del Convento de San Antón
Nuestro sexto y últimodía de esta etapa será por siempre recordado, por desgracia, como el único día que nos llovió en todo el Camino. Desde que salimos de Itero hasta que llegamos a Carrión de los Condes (2400) tuvimos que llevar los chuvasqueros puestos para resguardarnos del agua. Aún así fue un gran día para caminar: habiendo estado caminando ya varios días, nos habíamos acostumbrado por fin al caminar y todos nos nuestros dolores habían quedado en el olvido. Además, como es de esperar en la Meseta, el terreno es extremadamente llano. Por fin en nuestro destino final, nos juntamos con mi madre y volvimos (agotados) a casa.

Último día lluvioso
Como en la entrada anterior, podéis ver el mapa interactivo de nuestro camino hasta esta semana en el siguiente link:

Ver mapa

jueves, 17 de diciembre de 2015

Camino francés. Parte 1: de St-Jean-Pied-de-Port a Nájera


Esta entrada es un poco especial, ya que es un fragmento de cuatro que voy a escribir sobre el Camino de Santiago, que hice con mi padre. Como hacerlo entero lleva aproximadamente un mes (y no disponemos de tanto tiempo seguido), dividimos la ruta en cuatro semanas. La idea es hacer una entrada por cada una de esas semanas.


Después de esta pequeña introducción general, centrémonos en la primera semana de esta inolvidable experiencia. Fue en junio de 2013. Empezamos en la localidad francesa fronteriza de Saint-Jean-Pied-du-Port, lugar más habitual para empezar el camino francés (aunque Roncesvalles se lleva toda la fama). Fue un día de vistas preciosas pero muy agotador, ya que tuvimos que cruzar los Pirineos a pie... pero me encantó cruzar una frontera nacional caminando, mereció la pena. Era nuestro primer día y no sabíamos muy bien cómo funcionaba todo. Veíamos muchísima gente y estábamos preocupados por si tendríamos o no camas en Roncesvalles, así que tomamos un paso bastante acelerado. Aunque al final resultó que no hizo falta ir tan rápido: el albergue era ENORME y estaba preparado para acoger a muchos peregrinos (para la siguiente ya lo sabemos).

Ayuntamiento de Pamplona
La primera ciudad de tamaño importante que cruzamos fue Pamplona, pero no dormimos ahí. La atravesamos nuestro tercer día, en el que fuimos desde Larrasoaña hasta Zariquiegui (muy vasco todo). Recuerdo Pamplona muy bien, pero no por los monumentos ni los lugares de interés, sino porque llevábamos caminando 4 horas o más y no encontrábamos ningún sitio para desayunar. Pero la espera mereció la pena, porque a la entrada de Pamplona nos topamos con una de las mejores confiterías en las que he estado jamás (seguramente no era tan buena, pero el hambre que tenía...) en la que tenían cruasanes recién hechos.

En nuestros cuarto y quinto días las localidades más grandes en las que estuvimos fueron Estella (15 mil habitantes), Puente la Reina (2700) y Los Arcos (1400); lo demás, todo pueblos de tres o cuatro casas. Pero llegar hasta Los Arcos con vida desde Lorca fue un reto. Y dramatizo tanto esta etapa porque fue una de las más duras para mí. De los 30km que hicimos, los últimos 11 parecían sacados de una película del Wild West. Todo seco, marrón, sin sombra, caudales de ríos vacíos... y bajo un sol abrasador. Pero creedme cuando digo que cuanto más duro el día, más aprecias llegar al albergue.

Desde Los Arcos fuimos a Logroño, bastante más grande y dónde mejor me lo pasé. Decidimos, después de 6 días caminando, darnos el lujo de ir a una pensión en vez de a un albergue. Esto suponía tener nuesta habitación y baño propios (si hacéis el camino, veréis que se agradece). Además del claro lujo de la habitación privada, ¡estábamos en Logroño! Pudimos cenar con gente normal, en bares normales, tomando pinchos normales (buen cambio con respecto al menú del peregrino).

Vista de Logroño entrando en la ciudad a pie
Y acabo ya (esta entrada es algo más larga porque durante las Navidades pienso tomarme un buen y merecido descanso) con nuestro séptimo día: de Logroño hasta Nájera. No mucho que comentar sobre la última etapa, salvo que fue la más larga y la que hicimos en menos tiempo (ya le habíamos cogido el ritmo a caminar). Una vez en Nájera nos reunimos con mi madre y volvimos a casa (parando a comer el obligatorio cordero lechal en Burgos). Y ya que hablo de mi madre, aprovecho para darle las gracias una vez más: ella se ofreció a llevarnos a mi padre y a mí a Francia y a recogernos en Nájera en coche y así en todas las etapas que hicimos, llevándonos a la salida y recogiéndonos en la meta. Sin ella, se hubiera complicado bastante más toda nuestra aventura. ¡GRACIAS!

Aquí os dejo un mapa interactivo hecho por mí con nuestro recorrido de la primera semana:


Echadle una ojeada por favor, que me llevó bastante...





jueves, 10 de diciembre de 2015

Toledo, Castilla-La Mancha

Siempre recordaré Toledo como la ciudad con el mejor mazapán del mundo. Visité la ciudad con mis padres y unos amigos de Madrid hace unos pocos inviernos, pero por suerte no hizo demasiado frío.

Toledo es la capital de la provincia de nombre igual y de su comunidad autónoma.Cuenta con más de 83 mil personas. Tiene una gran variedad de edificios históricos de arte románica, así como arte sefardí de las comunidades judías asentadas allí antes de su expulsión en 1492. La parte antigua está construida sobre una pequeña cima colina, así que los turistas deben estar preparados para subir y bajar mucho.






























De lo más famoso y, para mí, impresionante fue el Museo Sefardí. La propia sinagoga donde se encuantra es la principal obra de arte de la exposición. El museo recoge una gran variedad de piezas del arte judío anteriores a su expulsión de la Península Ibérica; de arte cristiano, tras su adaptación como iglesia y hospital a partir del siglo XVI e incluso de arte mudéjar.

Una de las figuras más importantes del arte y la cultura de Toledo fue El Greco. Se ha creado un museo específicamente para él, dónde uno puede disfrutar de una variedad de sus obras. Pero su obra más salientable, curiosamente, no se encuentra en su museo, sino en la Iglesia de Santo Tomé. Me refiero a El entierro del conde de Orgaz, un hermoso óleo sobre lienzo en el que unos santos bajan del cielo a enterrar al señor de la villa de Orgaz.


Y como dije al principio de esta entrada, Toledo es la capital mundial del mazapán. Siempre me había gustado, pero esto fue un paso más: marcó un antes y un después en mi vida. Siendo el puente de la constitución cuando fuimos, la mayor parte de los locales estaban ya decorados para la Navidad y las pastelerías no eran excepción. Fueras a dónde fueras, podías ver escaparates llenos de mazapanes de todos los tamaños y formas: dragones, peces, castillos o simples bolitas.


Así que si decidís ir a Toledo, id en Navidad: las iglesias no se mueven, ¡pero el mazapán desaparece rápido!

jueves, 29 de octubre de 2015

Burgos, Castilla y León



Burgos es una de esas ciudades en las que he estado decenas de veces y siempre por motivos distintos. Estoy tan acostumbrado a sus calles que camino por ellas con la cara de determinación que llevan los propios burgaleses.

Burgos es la capital de la provincia que lleva su mismo nombre, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Esta ciudad atravesada por el río Arlanzón está poblada por poco menos de 180 mil habitantes. Es, por tanto, una ciudad bastante tranquila. Se sitúa en la submeseta norte y tiene un clima como todas las ciudades de la zona: gélido en invierno, caluroso en verano y seco todo el año.


Está claro que lo más destacable de ciudad es la famosa catedral (aunque lo que más me gusta de Burgos es su cordero lechal...). La catedral de Santa María de Burgos comenzó a construirse en 1221 y sigue un modelo arquitectónico del gótico francés, con alguna que otra influencia barroca. No suelo dar tantos datos sobre los monumentos, pero es que este es uno de mis preferidos de toda España. Es muy sorprendente ir caminando por las calles del casco antiguo de Burgos y de repente toparse cara a cara con un enorme templo blanco con puntiagudos pináculos y grandes rosetones.


Como ya dije antes, he visitado la ciudad por multitud de motivos distintos. Algunas de estas visitas más destacables fueron haciendo el Camino de Santiago francés (pero de eso ya hablaré más adelante) y, la más reciente, participando en el II Desafío Hiperbaric-Challenge, un concurso nacional consistente en el diseño, la construcción y la participación en una carrera con un vehículo de inercia (sin motor). Fue una gran experiencia, no solo por haber ganado- lo cual fue un obvio plus- sino simplemente por haber tenido esa tremenda oportunidad de aprendizaje.



Para más información sobre el II Desafío Hiperbaric-Challenge haced clic aquí.

viernes, 23 de octubre de 2015

Tenerife, Canarias



Para recordar este necesité algo de ayuda de mis padres y de algunas fotos viejas, ya que fui de muy pequeño y solo recuerdo momentos muy específicos. Lo que sí recuerdo sin problema es que fue un típico viaje a un hotel de resort en el que mi única actividad era ir de piscina a playa y viceversa.



A la zona a la que fui, en el sur, se sitúa en el municipio de Adeje en la isla Tenerife de Canarias, España. Representa uno de los tres principales destinos turísticos de la isla de Tenerife, junto a Playa de las Américas-Los Cristianos y Puerto de la Cruz. es difícil decir exactamente la población (la Wikipedia me dice que en torno a 20 mil) ya que es una zona completamente diseñada para atraer a turistas. Nos alojamos en el hotel La Niña, dotado de amplísimas instalaciones con todo aquello que uno se pueda imaginar (lástima que no lo recuerde muy bien).


Me acuerdo de que hacíamos competiciones todos los días con los monitores de las piscinas: desde carreras nadando a prácticas de tiro con arco. Todas las noches había un pequeño espectáculo, cada vez completamente distinto al de la noche previa. Mis preferidos eran los de magia y aquellos en los que traían animales vivos y nos dejaban acariciarlos (uno de los mejores recuerdos que tengo es sacándome una foto con nua serpiente).

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Barcelona, Cataluña


Barcelona es una de las pocas ciudades del mundo que he visitado SIN mis padres. Pasé allí tan solo 4 días de la Semana Santa de 2014, pero fueron los días más completos y mejor aprovechados de mi vida, hasta el punto de haberme dado la sensación de haber estado durante meses allá.

Barcelona es la segunda ciudad más grande de España (sí, de momento lo es), con una población aproximada de 1,6 millones de habitantes, y está situada en la costa mediterránea de Cataluña. Su clima mediterráneo, sus pictóricos edificios y monumentos, sus playas y las infinitas actividades que se pueden llevar acabo en ella hacen de la capital catalana una de las ciudades más turísticas de Europa e incluso del mundo.
Mi viaje a Barcelona fue posible gracias a las Aulas Tecnópole, una actividad que se les propone a los jóvenes ourensanos con ganas de investigar, aprender y pasárselo bien en el proceso. En 3º de ESO presenté junto con más amigos varios proyectos científicos a un certamen conocido como la Exporecerca Jove, celebrado cada año en la ciudad en cuestión.

Entre exposiciones de proyectos y pocas horas de sueño, tuve la oportunidad de ver muchos de los más icónicos lugares de Barcelona. Sin duda alguna, el que más impresiona es la Sagrada Familia, famosísima catedral aún en proceso de construcción diseñada por el conocido arquitecto Antoni Gaudí. No tengo palabras para describirla... eso sí, si vas a verla (que deberías) acabarás con dolor de cuello. Es una de las maravillas modernas del mundo.

Y si entre toda la gente, fiesta, los monumentos y demás atracciones encuentras un hueco libre, recomiendo pasar al menos una tarde en sus soleadas playas de mar tranquilo y bronceados intensos.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Gijón, Principado de Asturias

Bandera gijon.svg
Bandera del Concejo de Gijón

He decidido escoger como primer destino uno con el que tengo una especie de conexión especial, ya que es la ciudad natal de mi madre y donde viven mis abuelos maternos.

Gijón es una de las ciudades más importantes del Cantábrico. Se encuentra en la la costa norte de nuestro país, muy cerca del conocido Cabo Peñas. Consta de una población aproximada de 276 mil habitantes, la cual se completa con las enormes olas de turistas de todo el mundo que visitan Gijón cada año.

He tenido la suerte de poder pasar mucho tiempo en esta ciudad que, apesar de su clima gris y ventoso habitual, no deja de sorprenderme por lo limpia y agradable que es. Eso sí, si en algún momento tienes pensado visitar Gijón, te recomiendo que sea en verano...